La plaza que lleva el nombre del prócer independentista y antimperialista en esta capital fue el espacio escogido para la colocación de una ofrenda floral y recordar el ideario del prócer.
‘Hoy la obra de Cuba es una obra martiana’, señaló Fernando González, representante del Ministerio de Educación de La Habana en esta nación andina.
González recordó que Martí fue catalogado como ‘el más universal de los cubanos’, ‘el mejor varón de América’, ‘una mina sin acabamiento’ o ‘ese misterio que nos acompaña’.
Los presentes coincidieron en que el pensamiento del Héroe Nacional trasciende su tiempo y es aplicable a muchas luchas por causas justas y sentimientos nobles.
Más temprano, en la sede de la embajada de La Habana en Quito también se le rindió homenaje al latinoamericanista, quien cayó en combate contra las tropas españolas en el lugar conocido como Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895.
En ese marco fue reconocida su obra como periodista, escritor, poeta y político, así como algunos de sus textos, entre ellos, el poemario Ismaelillo, dedicado a su hijo, y La Edad de Oro, con cuentos para niños, pero que cautiva a cualquier edad.
El repaso del legado martiano sirvió además de base para ratificar el rechazo al bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos contra Cuba hace más de seis décadas.
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