Los diputados del grupo, encabezados por su presidente, Bertrand Pancher, fueron recibidos por Borne en el comienzo de una semana de encuentros con fuerzas políticas, parlamentarios y sindicatos, con los que el Gobierno pretende calmar el clima de tensiones generado por la reforma y la manera de adoptarla, sin el voto de la Asamblea.
Pancher insistió con la primera ministra en que la vía para atenuar la crisis es suspender el proyecto o someterlo a la consulta de los franceses, rechazado por incluir la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años, el aumento del período de cotizaciones y la eliminación de regímenes especiales de jubilación.
El grupo LIOT fue el autor de una moción de censura que estuvo a solo nueve votos en la Asamblea Nacional de frenar la iniciativa y de hacer caer al Gobierno, revés que marcó el 20 de marzo la adopción de la reforma.
Borne insistió en las últimas horas en su voluntad de escuchar a los actores políticos y sociales, pero no todos aceptaron su invitación, argumentando que el Ejecutivo quiere obligar a los franceses a asumir los cambios en el sistema de retiro.
En ese sentido, las organizaciones integradas al bloque de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) descartaron asistir, aunque algunos de sus líderes anunciaron que hablarán con la primera ministra sobre el tenso clima social imperante, caracterizado por manifestaciones multitudinarias y huelgas, y algunos episodios de violencia.
Las mayores expectativas de la semana se centran en la reunión de Borne con los sindicatos, que siguen unidos en el rechazo a la extensión de la edad de retiro y en el llamado a jornadas nacionales de protestas, con la undécima convocada para el jueves.
Será un encuentro corto si la primera ministra no acepta retirar la reforma, adelantó la recién electa secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, la primera mujer que lidera a uno de los gremios más importantes de Francia.
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