La primera de las reuniones tuvo lugar con la delegación independentista del Frente de Liberación Nacional Kanak Socialista (Flnks), quienes el pasado mes de marzo decidieron viajar a París para relanzar el proceso, tras haber rechazo participar en la convención entre todas las partes propuesta por el Estado francés para el pasado mes de octubre.
Tras el diálogo con los representantes del movimiento independentista, la primera ministra mantuvo igualmente un encuentro con las fuerzas políticas favorables a que el archipiélago, situado en el océano Pacífico, permanezca bajo soberanía francesa.
Borne accedió a la propuesta de reuniones bilaterales solicitada por el Flnks, si bien consideró que “no es evidentemente el formato ideal para construir un futuro común, pero como señal de apertura hemos aceptado”, explicó.
“Estamos convencidos de que no es posible un acuerdo sin una transición a reuniones tripartitas y esperamos que este formato se alcance lo antes posible”, se añadió desde el gobierno, precisando que no habría ninguna declaración conjunta al término de esta primera sesión.
A este diálogo con Borne seguirán otras con el ministro de Interior y Ultramar, Gérald Darmanin, quien se reunirá con la delegación independentista el martes, el jueves y el viernes, según señalaron fuentes del gobierno.
Según explicó en un comunicado Daniel Goa, presidente de la Unión Caledonia, uno de los principales componentes del Flnks, “en esta fase, (nuestros representantes) no negociarán nada y no se tomará ninguna decisión”, únicamente se abordarán cuestiones institucionales del cuerpo electoral y del ejercicio del derecho de autodeterminación.
El disenso entre las partes se agravó ante la celebración del tercer y definitivo referéndum de autodeterminación, celebrado en diciembre de 2021, a pesar de la solicitud de aplazamiento solicitada por el Flnks, debido a la extrema gravedad de la epidemia de Covid-19 que sufría Nueva Caledonia.
El gobierno francés hizo oídos sordos a tal demanda, a pesar de que la situación sanitaria no permitía ningún tipo de reunión pública, ni el normal desenvolvimiento del plebiscito, razón por la cual el movimiento independentista llevó a cabo un boicot tan mayoritario que restó legitimidad a la consulta.
mem/acm