Hace dos días, el ministro de Salud, Olivier Véran, expresó inquietud por el ritmo de progreso en el país de la variante detectada en el Reino Unido, y sobre todo por la presencia de las identificadas en Brasil y Sudáfrica, consideradas aún más agresivas a la hora de diseminar la Covid-19.
En declaraciones a la prensa, el funcionario precisó que la cepa descrita por primera vez en suelo británico representa entre un 20 y un 25 por ciento de los contagios, con una tendencia a aumentar su presencia en el 50 por ciento cada semana que pase.
Respecto a las variantes con origen en Brasil y Sudáfrica, Véran fijó su circulación en Francia en un cuatro o un cinco por ciento de los infectados, ‘lo cual nos preocupa de manera particular’.
Las alarmas estallaron durante la semana por la situación en el nororiental departamento de Mosela, donde más de 300 casos de las mutaciones detectadas en Brasil y Sudáfrica fueron diagnosticados en cuatro días, los que siguieron a unos 200 registrados en jornadas previas.
El ministró visitó ayer la capital departamental Metz y reiteró la preocupación por las nuevas cepas, y anunció un incremento de las pruebas de diagnóstico y de la vacunación.
Por el momento, el gobierno a través de sus representantes y voceros, desde el primer ministro Jean Castex hasta el propio Véran y el portavoz gubernamental Gabriel Attal, continúa firme en el esfuerzo de evitar una tercera cuarentena general, bajo el argumento de las consecuencias socio-económicas de las decretadas en la primavera y el otoño pasados.
Si bien el país lleva alrededor de un mes con una media diaria de 20 mil nuevos casos de la Covid-19, mil 500 hospitalizaciones y 300 muertes, el avance de las variantes del coronavirus SARS-CoV-2 multiplica los defensores del reconfinamiento, entre ellos expertos y profesionales de la salud.
Médicos de la red de hospitales públicos de París (AP-HP por sus siglas en francés) esgrimen las tensiones en esos centros para pedir medidas restrictivas más severas, que ayuden a frenar la propagación del patógeno responsable en suelo galo desde el 1 de marzo de tres millones 400 mil casos y 81 mil 400 víctimas fatales, uno de los países más golpeados.
El profesor Gilles Pialoux, director médico de crisis de la AP-HP, calificó la situación de alarmante y es uno de los que reclaman el reconfinamiento.
En los hospitales parisinos tenemos focos de contagio por la variante detectada en Reino Unido, con afectaciones tanto a personal de salud como a pacientes; por ejemplo, en mi servicio de cuidados intensivos, en el hospital Tenon, de 13 camas ocupadas, esa cepa está presente en tres o cuatro casos, declaró al canal BFM TV.
Por su parte, el alcalde de Metz, François Grosdidier, demandó un confinamiento fuerte en Mosela, ‘limitado en el espacio y el tiempo’.
mem/wmr