En su cuenta en Twitter, la primera ministra Elisabeth Borne afirmó que esa decisión no deja “ni vencedores ni vencidos”, aunque a todas luces el Consejo emitió un fallo favorable para el Ejecutivo, al validar la esencia del llamado proyecto estrella del presidente Emmanuel Macron.
Tanto en el fondo como en el procedimiento, la reforma es conforme a nuestra Constitución, un texto que llega al final del proceso democrático, sin que existan ganadores o perdedores, afirmó en una postura discreta y hasta conciliadora, tal vez consciente del malestar de diversos sectores por el veredicto.
Menos moderado fue el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, quien en la propia red social celebró la postura fijada esta tarde por el Consejo Constitucional, seguida de protestas y de convocatorias por sindicatos y fuerzas políticas a continuar la lucha.
Según Dussopt, la decisión del órgano de nueve miembros, llamados en Francia “Los Sabios”, puso fin al camino legislativo y democrático del texto.
El Gobierno insiste en que la reforma es clave para evitar el colapso financiero del sistema de retiro por repartición, criterio negado por los detractores del proyecto, un rechazo que desde el 19 de enero ha llevado a las calles a millones de personas en 12 jornadas nacionales de protestas y huelgas organizadas por los sindicatos.
En un intento de pasar la página, Macron invitó a los gremios a dialogar sobre otros temas, encuentro previsto en principio para el 18 de abril.
Los sindicatos anunciaron que no irán a la reunión y que el lunes analizarán en colectivo los pasos a seguir.
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