El estudio revela cómo los productos tradicionalmente más baratos constituyen los más afectados por la inflación, ubicada desde diciembre pasado en alrededor de 10 por ciento, lo cual representa la ausencia de varias comidas para algunos sectores de la sociedad.
El análisis de esa entidad, con enfoque en los seguros, atención médica, reforma política, privacidad y energía, incluyó la variación del precio de una cesta de insumos básicos de uso cotidiano como queso, pan blanco, salchicha, papas y avena.
La investigación comprendió supermercados como Aldi, Asda, Lidl, Morrisons, Ocado, Sainsbury’s, Tesco y Waitrose, y demostró el alza de los montos de hasta 35,5 por ciento, en el caso de la avena, y los otros productos rondan entre el 14 y el 28 por ciento de incremento.
La pesquisa concluyó que artículos económicos de marca propia en esas cadenas de tiendas, aparentemente los más módicos, pronto estarán también fuera del alcance de las esferas más vulnerables de la población.
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