En un comunicado, la organización de la que González Casanova fue fundador, calificó de memoria viva y en pie de lucha al también ensayista, abogado, doctor en Sociología, investigador, profesor titular y crítico mexicano.
Afirmó que Pablo es ejemplo de “luchador con los pies bien puestos en la tierra”, en la suya y la de otros pueblos, y las fuerzas progresistas tienen del deber de seguir su ejemplo de palabra y obra. Señaló el texto, asimismo, que el intelectual mexicano gestó una obra intelectual para la humanidad “y lo agradecemos, endeudados, porque siempre nos ayuda a trabajar por el enriquecimiento de los valores y tradiciones más dinámicas de los pueblos en lucha”.
Nacido en la ciudad de Toluca, Estado de México, el 11 de febrero de 1922, González Casanova se desempeñó como rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, donde fue distinguido con el doctorado Honoris Causa, al igual que en la Universidad de La Habana, y otras de América Latina y Europa.
Durante su trayectoria, recibió numerosos premios y reconocimientos por su amplia labor teórica y universitaria.
Fue condecorado por la Unesco en 2003 con el Premio Internacional José Martí por su defensa de la identidad de los pueblos indígenas de América Latina.
En 1986 fundó y dirigió por ocho años el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, y se desempeñó como jurado del premio Casa de las Américas.
Su producción literaria es también prolífera, con numerosos libros publicados, entre ellos La democracia en México, Sociología de la Explotación, Imperialismo y liberación en América Latina, El Estado y los partidos políticos en México.
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