El proyecto forma parte de un esfuerzo regional coordinado por la red de asociaciones y organizaciones no gubernamentales de desarrollo, mediCuba-Europa, para conseguir 800 mil euros con los cuales comprar 10 millones de jeringuillas y agujas contratadas por una empresa cubana con otra china.
En un comunicado, la Anaic reconoció que ‘es un objetivo ambicioso’, pero expresó su confianza en que ‘junto a otras organizaciones europeas amigas de Cuba llegaremos pronto a él’.
En diálogo con Prensa Latina, el miembro de la Secretaría Nacional de la organización de solidaridad y responsable del proyecto en Italia, Enzo Pescatori, destacó la importancia de ayudar a Cuba, víctima del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos y de la pandemia.
El trabajo es diario y duro porque sabemos que Cuba tiene que resistir, dijo Pescatori, quien subrayó el papel desempeñado en el enfrentamiento a la Covid-19 por el sistema de salud de la isla, sus trabajadores y los científicos encargados de desarrollar cinco vacunas contra la enfermedad.
En el último año y medio, la Anaic recaudó fondos para apoyar al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí y al Instituto Finlay de Vacunas, mientras continúa la colecta anual para la adquisición de medicamentos antitumorales pediátricos, entre otros gestos similares.
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