En las proximidades de la gran caverna de Santo Tomás, entre las mayores de América Latina y que ayudara a descubrir, el historiador Juan Carlos Rodríguez destacó el legado de quien es considerado el cuarto descubridor de Cuba.
Ponderó las enseñanzas plasmadas en sus estudios sobre la geografía de esta provincia, reconocida por sus bellezas naturales y espeleológicas.
En Núñez también tenemos un defensor del medio ambiente y un celoso guardián del proceso revolucionario, agregó.
El homenaje de las nuevas generaciones tomó como escenario el monumento erigido a la memoria de los Malagones, legendario grupo de campesinos devenidos simiente de las Milicias Revolucionarias en Cuba.
Eran frecuentes sus excursiones hasta ese lugar que hoy ocupa la comunidad El Moncada, en el turístico municipio de Viñales. Allí entabló amistad con Leandro Rodríguez, a quien Fidel Castro encomendara la misión de capturar al asesino a sueldo de la CIA que imponía el terror en esas elevaciones.
Creó la Sociedad Espeleológica de Cuba y multiplicó a través de sus textos los conocimientos aportados por cada descubrimiento. Entre ellos resalta el dedicado a “La gran caverna de Santo Tomás”, de la colección Cuba: La naturaleza y el hombre.
Estudiosos de su vida y obra consideran que tres hechos científicos dan relevancia internacional a sus investigaciones, las expediciones al Polo Norte, a la Antártida y el recorrido que hiciera en Canoa del Amazonas al Caribe.
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