De acuerdo con la titular, este esquema responde al impacto de la Covid-19 en los municipios cubanos, por lo cual las autoridades locales determinarán su implementación.
De esta forma, el período lectivo tendrá en cuenta la situación epidemiológica de las demarcaciones y el esquema de vacunación contra la Covid-19 a desarrollarse en el país, enfatizó la ministra.
Al respecto, precisó que en un escenario favorable, el curso 2020-2021 culminará en junio próximo, por lo que en septiembre los alumnos podrán comienzar un nuevo período.
En tanto, en territorios con un contexto menos favorable, las clases se retomarán en junio para cerrar el actual ciclo y comenzar el venidero en enero.
Por último, en un escenario crítico, los alumnos reiniciarán el curso en septiembre de 2021 para igualmente concluir en enero del próximo 2022.
En todos los casos, el esquema respeta las vacaciones de verano, en julio y agosto, y la semana prevista entre el 25 de diciembre y el 2 de enero, dijo.
Por su parte, la directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, Silvia María Navarro, aseguró que los cambios planteados responden a una adaptación curricular necesaria.
Un estudio presentado por ese centro científico a solicitud del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, determinó la necesidad de implementar estrategias pedagógicas desarrolladoras, claves para apoyar el proceso educativo en este escenario atípico.
Entre otros temas, sobresale la responsabilidad del docente para atender las particularidades de cada estudiante desde el hogar, reconoció.
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