Están ubicadas en la calle Honorato, la cual lleva a la Iglesia Parroquial Mayor (Monumento Nacional) -sí hace sentir el tañido de sus campanas- y adornan el entorno de la cuarta de las siete primeras villas fundadas por los españoles en Cuba.
Esta vía, otrora nombrada del Ángel, es una de las más antiguas de la ciudad y conduce a otros sitios de interés como el Café Real, el Museo de Arte Colonial o Casa de las Cien Puertas, el puente sobre el río Yayabo, el Teatro Principal y a otras instituciones culturales.
Quienes han tenido la curiosidad de contar las cuadras de la citada y corta senda aseguran que son solo cuatro.
Mudas, pero llamativas, rememoran el tiempo transcurrido desde aquel lejano 4 de junio de 1514 en Pueblo Viejo, sitio fundacional, hasta 2014, cuando la ciudad de Sancti Spíritus y única en Cuba con nombre en latín celebró 500 años de existencia.
Cada una abarca una centuria, por ello la primera recorre de 1514 a 1614 y así las restantes hasta completar cinco siglos, a los que es necesario sumar ahora nueve años más.
En ellas sobresale el escudo de la ciudad e intentan atrapar el clásico color bronceado que caracteriza a aquellas que en los campanarios e iglesias cada día dejan escuchar su típico tañido.
Muestran una paloma, que representa el Espíritu Santo, con sus alas extendidas, cuatro banderas cubanas, las letras N y S y el lema Mi lealtad acrisolada, mientras en el borde inferior resalta la frase Testigo del Tiempo, que acompañó las festividades del medio milenio.
Muchos conocen a este singular tramo, cerrado al tránsito, como la Calle de las Campanas –aledaña al céntrico bulevar–, que consta de varias bancas, faroles y macetas con plantas ornamentales.
Por desembocar en el bulevar y expender al igual que en este diversos artículos, es un sitio muy concurrido, por el cual también transitan turistas extranjeros que visitan la ciudad.
A pesar de la prisa de estos tiempos modernos hay quienes se detienen a admirar las calladas campanas, porque en un breve espacio detallan al escudo espirituano, importante en la historia de esta añeja localidad, cuyo centro histórico urbano es Monumento Nacional.
Repican de otro modo, más bien visual, pero con la prestancia legada por sus creadores, ante la proximidad del aniversario 509 de la otrora villa del Espíritu Santo, acontecimiento que tendrá lugar en los primeros días de junio.
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