El jefe de los servicios nacionales de medicina forense Johansen Oduor declaró a la prensa que se realizaron autopsias a nueve cuerpos de niños y una mujer en la morgue del hospital de Malindi.
La mayoría tenían características de hambre. (…) No había alimentos en el estómago, la capa de grasa era muy fina, explicó Oduor y agregó que dos niños presentaban señales de asfixia.
Los resultados completos y la identificación de los cuerpos a partir de muestras de ADN podrían tomar meses, indicó.
Al menos 109 personas, niños en su mayoría, murieron en el bosque de Shakahola, donde solían reunirse los seguidores de una secta llamada Iglesia Internacional de la Buena Nueva, según un balance provisional.
Los investigadores sospechan que muchos adeptos murieron de hambre tras seguir las consignas del pastor autoproclamado Paul Mackenzie Nthenge quien instaba a sus seguidores a ayunar hasta la muerte.
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