Dedicado al centenario del natalicio de la escultora y ceramista cubana Marta Arjona, el evento organizó dos conferencias magistrales, una relacionada con los desafíos patrimoniales actuales y la otra con el pensamiento martiano.
Luego de la apertura con la presentación de las más autóctonas tradiciones de la isla en cuanto a la música campesina se refiere, el director del Centro de Patrimonio Mundial, Lazare Eloundou Assomo, disertó sobre los retos del Patrimonio Mundial.
El discurso de Eloundou resultó esperanzador y con un mensaje de paz para todos, en el cual remarcó sobre el importante viaje hacia las raíces de lo más sagrado de toda esa propiedad universal y su simbolismo.
Destacó la figura de Arjona como clave en el desarrollo y conservación de esos bienes declarados de gran valor, su constancia para logar la declaratoria de monumentos como patrimonios de la humanidad y la necesidad de conservarlos.
Realzó, además, la labor inclusiva que requieren todas las costumbres y obras de regiones de África, por ejemplo, donde en ocasiones no se tiene la debida accesibilidad a bienes de ese tipo.
Indicó la imprescindible presencia aquí de la Casa de África para conservar y mantener viva esa historia.
Seguidamente se efectuó la Conferencia Magistral «El legado patrimonial de José Martí», a cargo de Eduardo Torres Cuevas, director del Centro de Estudios Martianos, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Premio Nacional de Historia de la Unión de Periodistas de Cuba.
«Martí tenía una especial virtud, hay ideas martianas que uno las madura con el tiempo, pero algunas las practicamos con el paso cotidiano y se mantienen vigentes por siempre», señaló Torres Cuevas.
La sesión de la tarde en el Museo Nacional de Bellas Artes prevé discursos relacionados con el patrimonio sonoro en México y el bolero, además, acerca del canto de lo divino en Chile y sobre el Festival de órgano de Niquero, un municipio del oriente cubano, y su Tradición, Identidad y Cubanía.
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