Fuentes de la multinacional comunicaron al diario digital Reporterre que la denuncia se presentó el pasado viernes, y en ella se exige que Greenpeace retire de su página web un informe realizado en noviembre de 2022 y en el que se asegura que Total emite cuatro veces más gases de efecto invernadero de los que declaró para 2019.
En su declaración la petrolera consideró que el documento se basó en “una metodología cuestionable con múltiples errores, doble contabilidad y aproximaciones, que conducen a un resultado incoherente”.
Por su parte, el experto independiente Alexis Normand indicó al diario que si bien “faltan algunos datos o no pudieron obtenerse por falta de transparencia” de las empresas, en su opinión, las estimaciones del grupo ecologista estaban «indudablemente infravaloradas».
Greenpeace se mostró sorprendida ante esta denuncia, lo que supone “un cambio de estrategia por parte de Total que, acorralada por las numerosas críticas, intenta ahora imitar a las petroleras americanas intimidando al movimiento climático mediante un procedimiento de mordaza”, declaró la abogada de la ONG Clara Gonzales.
Añadió que el objetivo de la multinacional es cercenar la libertad de expresión y empujar al grupo ecologista a la autocensura, agotándolo financiera y moralmente, y aseguró que “sin pretender tener la verdad absoluta” el objetivo del informe es “una contribución al debate”.
Gonzales denunció “la falta de seriedad en el tratamiento de las cifras climáticas, que puede rayar en la falta de sinceridad o en una infravaloración de las emisiones y, por tanto, de la responsabilidad de Total Energies en el calentamiento global”, dijo.
En todo caso, la responsable legal de la organización se mostró dispuesta a comparecer ante el tribunal, pues “será la ocasión de entablar un debate sobre la contabilidad del carbono de Total Energies y el carácter poco realista de su comunicación sobre su trayectoria”, afirmó.
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