En el contexto por el Día Mundial de las Aves en ese espacio, ubicado en el Gran Humedal Norte de Ciego de Ávila, especialistas realizan un trabajo conjunto con niños y adolescentes del grupo ambiental Ecosistema Vivo, encaminado a fortalecen su amor por la naturaleza y la responsabilidad de protegerla.
Yuney Cruz, titular del proyecto perteneciente a la Empresa Provincial para la Conservación de la Flora y la Fauna, señaló que trabajan de conjunto con el Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros de Cayo Coco para generar conciencia en la comunidad sobre el comercio ilegal de animales y la importancia de respetar las leyes.
Explicó que la caza de especies con valor estético, destinadas a la venta ilícita, es una práctica violatoria de la legislación vigente y muy riesgosa para la supervivencia de la biodiversidad, por eso la importancia de educar a las nuevas generaciones para modificar esos hábitos.
Destacó entre las aves de mayor demandada a la cotorra, azulejo, mariposa, tomeguines del pinar y de la tierra, cabrerito y negrito, variedades endémicas que contribuyen a la biodiversidad necesaria para mantener el equilibrio en los ecosistemas.
Agregó que los pájaros también favorecen a la reforestación, al transportar y esparcir semillas mientras buscan sus alimentos, polinizan las flores, multiplican las especies vegetales y aportan al control biológico, al nutrirse de insectos perjudiciales para las plantas.
Monitoreos efectuados en el parque identificaron unas 100 especies de aves, entre las que sobresalen la cartacuba, el tocororo (ave nacional), carpinteros, verde y jabao, el totí, solibio, el arriero y algunos ejemplares de la grulla cubana, manifestó Cruz.
El Gran Humedal Norte de Ciego de Ávila ostenta la condición de sitio Ramsar y abarca un área superior a las 226 mil 875 hectáreas por los municipios Bolivia, Primero de Enero, Morón y Chambas, incluidos los cayos adyacentes.
Está integrado por las áreas protegidas, Reserva Ecológica Centro y Oeste de Cayo Coco y los Refugios de Fauna Loma de Cunagua y El Venero, por lo que su cuidado y protección garantiza la salvaguarda de su biodiversidad y de la que también depende la vida humana.
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