Fue en la sede de la embajada de Cuba en esta capital donde artistas de la plástica plasmaron su arte en una tela alusiva a ambas naciones y al ciclo cultural que promete repetirse en barrios, centros educativos y al interior de Uruguay.
La obra pictórica fue obra de integrantes de la brigada Di Pascua, que tiene en su haber más de 200 murales en Montevideo y otras localidades con mensajes políticos y de carácter social.
En la velada expresos de la última dictadura (1973-1975) evocaron a las víctimas de aquella época de represión y muerte, como lo recordó el escritor Hugo Bervejillo, quien explicó la obra testimonial que promueve la agrupación Krysol, en un empeño contra el olvido.
La senadora por el Frente Amplio Amplio Sandra Lazo se acompañó del bandoneonista Diego Cubelli para entonar tangos y milongas y recordar también a quienes padecieron el exilio.
Guitarras en mano, los uruguayos Daniel Muzio y Julio Víctor González dieron voz a canciones del folclor y de la música comprometida.
De libros y autores sobre aquellos años de terror disertaron las escritoras Cecilia Gianlupi y Liliam Toledo, ambas también víctimas del terrorismo de Estado.
Otro expreso político, Miguel Olivera, trajo poemas que las rejas no pudieron silenciar, incluidos referidos a la solidaridad con la Revolución cubana.
De la isla caribeña el escritor y poeta Edel Morales evocó, entre otros de sus compatriotas a José Martí, su obra política, revolucionaria, literaria y defensor de la memoria histórica.
Luego el cubano-uruguayo Marcel Cabrera rapeó versos marcados por agudas consideraciones sobre retos y flagelos del mundo de hoy.
Fue una velada de unión de dos pueblos, resumió la embajadora cubana, Zulan Popa, y en la que participron los embajadores de Venezuela y México (Julio Chirino y Víctor Manuel Barceló, respectivamente),y otros representantes del cuerpo diplomático.
mgt/ool