La organización identificativa del gobernante Partido Colorado (cuyas siglas completas son ANR-PC), que triunfó en ese día mediante su candidato Santiago Peña con un 42 por ciento de los votos, está involucrada en un esquema de pago por sufragios de comunidades originarias, asegura la fuente.
El rotativo estadounidense afirmó en un reportaje titulado “Una estrategia para el dominio de un partido latinoamericano: la compra de votos» que representantes del Partido Colorado volvieron a acudir a esta práctica, calificada como un secreto a voces en estas últimas elecciones de 2023.
El Times descubrió «un peculiar modo de compra de votos, desarrollado a lo largo de décadas: políticos que reúnen a miembros de las comunidades indígenas en el remoto norte de Paraguay y tratan de controlar o comprar sus votos”, dice el autor del texto, Jack Nicas.
Según el periodista, cuyo artículo es reseñado por la publicación paraguaya, “más de una decena de miembros de las comunidades dijeron en entrevistas que aceptaron dinero del partido justo antes de votar”.
El reportaje describe entre sus testimonios el del chofer de ambulancia retirado Miguel Paredes, quien transportó a indígenas de la comunidad Espinillo a los locales de votación, “anotó sus números de identificación y les indicó que debían votar por el Partido Colorado”.
Quienes captaron a Paredes –agrega el diario neoyorquino- capacitaron luego a otros mediante el simulador del Tribunal Superior de Justicia Electoral sobre cómo votar por los candidatos colorados.
The New York Times menciona también el caso de un candidato a gobernador de la ANR-PC que supuestamente entregó de forma personal 200 mil guaraníes (dos mil 773 dólares) a más de 100 electores indígenas en la localidad ribereña de Fuerte Olimpo, Departamento de Alto Paraguay.
El representante de la ANR-PC en esa zona del país -relata Nicas- describió su elección con el 73,14 por ciento de votos, tras “convencer” a siete mil 103 electores, luego de entregar dinero a los indígenas, aunque alegó que lo hizo «porque ellos lo necesitaban».
“Muchos de los cerca de 120 mil habitantes de comunidades indígenas de Paraguay comenzaron a integrarse a la sociedad moderna hace apenas unas pocas décadas, y desde entonces muchos partidos políticos —no solo el Partido Colorado— tratan de controlar sus votos”, resalta The New York Times.
El periódico estadounidense recuerda que observadores electorales le contaron que indígenas de comunidades lejanas son llevados en autobuses hasta sitios cercados, donde se les da carne y cerveza hasta la hora de la votación, a fin de ser controlados antes de que se le adelante un partido oponente.
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