Según la pesquisa del Centro de Investigación para el Estudio y la Observación de las Condiciones de Vida (Crédoc), la precariedad alimentaria se aceleró en la segunda mitad del año, al aumentar cuatro puntos entre julio y noviembre.
En el mismo período, decreció la tasa de franceses que aseguraba “comer todos los alimentos deseados”, de un 44 a un 39 por ciento, indicador que en abril de 2016 se situaba en la mitad de los entrevistados.
De acuerdo con los datos aportados por el Crédoc, uno de cada cuatro jóvenes (menores de 25 años) se consideró afectado por el problema, con menor impacto entre las personas de entre 50 y 59 años.
Los alimentos y la energía son los sectores más golpeados por la inflación, que sigue galopante en Francia, al cerrar abril con una variación interanual del 5,9 por ciento.
A propósito del estudio, el Centro advirtió que la “precariedad alimentaria” se suma a otras formas de fragilidad, como las relacionadas con la vivienda, la salud y el aislamiento humano.
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