Así lo confirmó Servando Martínez, especialista de Semilla y Recursos Filogenéticos en la Delegación territorial de la Agricultura, quien adelantó que el objetivo es iniciar la siembra del tubérculo en el mes de noviembre para cosecharla a finales de enero.
Cerca de 350 quintales recolectados en la campaña recién finalizada son conservados en el frigorífico espirituano a fin de garantizar la semilla para la próxima contienda.
La simiente reservada, dijo, es el aporte de los productores que este año sembraron cerca de 20 hectáreas. Esta tipo de papa se vende a precios diferenciados en los diferentes municipios de la provincia.
De esta forma, explicó, se puede adelantar la oferta a la población ya que la cosecha de la semilla importada llega a los mercados en los meses de marzo y abril.
Según los expertos, se espera que los territorios de Sancti Spíritus, Pinar del Río y Holguín logren este años las cosechas más significativas.
De acuerdo con estadísticas, la papa se cultiva en más de 130 países, siendo Perú uno de los principales productores en Latinoamérica.
Investigaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estiman que la antigüedad del tubérculo es de unos ocho mil años y ubican su origen cerca del lago Titicaca, entre Bolivia y Perú, a una altitud de cerca de cuatro mil metros, el más alto del mundo.
Hoy día, de acuerdo al Centro Internacional de la Papa (CIP), este tubérculo es el tercer cultivo alimenticio más importante del mundo en términos de consumo humano, después del arroz y el trigo.
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