Una nota publicada por la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba (Anaic), expresa el pésame a los familiares y amigos por la muerte, el 18 de mayo último, de quien siempre estuvo al lado de esa organización, apoyando en cada tarea a favor de la Isla, según indicó este sábado su presidente, Marco Papacci, en declaraciones a Prensa Latina.
Durante largos años Riccio fungió como catedrática en la Universidad de Nápoles, donde llegó a ser reconocida como una de las más importantes especialistas de este país en Lengua y Literatura Hispanoamericana.
Periodista, traductora, ensayista, fue una estrecha colaboradora del reconocido periodista Gianni Miná, junto al cual dirigió durante diez años la revista progresista Latinoamérica, y entre 1987 y 1993 fue corresponsal en La Habana del diario L’Unità, ligado al Partido Comunista Italiano.
Fue miembro del jurado de los premios Casa de las Américas, Italo Calvino y Julio Cortázar en 1992, 2001 y 2010, respectivamente, e impartió cursos de cultura italiana en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. En diciembre del año 2000 recibió en ese país caribeño la Distinción por la Cultura Nacional.
Su libro Cuentos de Cuba, publicado en 2011, refleja en 18 historias cortas la realidad de esa nación a la cual siempre estuvo muy ligada, como defensora de su Revolución y luchadora contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra ese pueblo por Estados Unidos.
Tradujo obras del comandante Ernesto Che Guevara, de los escritores cubanos Alejo Carpentier y Lisandro Otero, así como escribió un ensayo acerca de la escritora y poetisa del país antillano, Dulce María Loynaz, entre otras obras.
“Estamos seguros que dejará un gran vacío en el mundo de la cultura y de la información imparcial, siempre recordaremos con especial cariño cuando con su aire dulce, sonriente y tranquila, exponía las críticas más severas e inexpugnables contra la política norteamericana hacia Cuba”, expresa el mensaje de la Anaic.
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