En un artículo publicado en el diario Página 12, el sociólogo recordó su último encuentro con el recientemente fallecido intelectual cubano Iroel Sánchez, con quien coincidió en que esa “decisión tomada por el exmandatario Donald Trump es una resolución infame”.
Si algo caracteriza a Cuba es precisamente el haber sido víctima del terrorismo promovido por la mafia enquistada en Miami, con tenebrosos personajes como Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y sus matones, quienes gozaron de la protección del Buró Federal de Investigaciones y la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, apuntó.
Además, recordó que la nación caribeña sufre desde hace más de seis décadas el terrorismo económico que se expresa en el bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto en abierta violación de los derechos humanos y la Carta de las Naciones Unidas.
Según Richard Nephew, uno de los teóricos y proponentes de esa política, se trata de infligir quirúrgicamente el mayor sufrimiento posible al pueblo sancionado para provocar una insurrección en contra de los gobiernos que no son del agrado de Washington, añadió.
De acuerdo con Borón, pese a tantas difamaciones y agresiones, Cuba tiene el prestigio moral que le falta a Estados Unidos, responsable de tantísimos crímenes y atentados en los cinco continentes.
Remover a Cuba de esa infame lista, que agrava aún más los sufrimientos que el bloqueo produce, es un acto de estricta justicia y de integridad moral, aseveró.
Asimismo, condenó la persecución o chantajes sobre los intelectuales, artistas o figuras públicas y celebridades de la mayor de las Antillas; el acoso informático desatado desde Miami; y las noticias falsas lanzadas a diario para sembrar el desaliento, la confusión y la rabia en la población.
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