La preocupación proviene de la alta cifra de contagiados con el SARS-CoV-2, que se elevó a 201, la segunda más alta de Cuba y la mayor de casos confirmados en este territorio desde poco más de un año atrás.
Las 22 restricciones incorporadas desde este 28 de mayo apuntan al mínimo movimiento de personas y vehículos, al acercamiento de los servicios gastronómicos y comerciales a los barrios, mayor rigor con los infractores y la higienización de espacios públicos.
Entre esas precauciones está la exigencia de resultados negativos de la prueba de la reacción en cadena de polimerasa (PCR) para el acceso a la demarcación provincial, lo cual será controlado en los puntos situados en los municipios de Contramaestre, Mella, Songo-La Maya y Guamá.
En cada centro laboral permanecerán los trabajadores imprescindibles y se mantendrá la pesquisa activa ante cualquier síntoma de enfermedad respiratoria y debe garantizarse el transporte para aquellos colectivos que así lo requieran.
Aunque en el más reciente parte del Ministerio de Salud Pública el territorio no registró fallecidos, en las últimas semanas esa lamentable pérdida rondó la decena.
Una profusa divulgación local han tenido esas normativas, incluida una edición especial del periódico Sierra Maestra a mediados de estos siete días para llevar a cada santiaguero la información y la orientación precisas.
El comportamiento de la pandemia apenas ha dado un respiro a la provincia en el transcurso del año, con 100 enfermos y más en varias ocasiones, así como un pico que sorprendió a muchos, registrado el lunes 24, cuando fueron 198 los contagiados.
Esa cifra volvió a disparar las alarmas que suenan más alto este sábado, asociadas en buena medida también a la presencia de nuevas cepas, más trasmisibles y mortales.
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