De acuerdo con la fuente, la venta se planeaba realizar el 16 de junio con un lote en 600-900 libras (680-mil 100 dólares).
El 29 de agosto de 1944, este tabaco fue presentado a Hugh Stonhiver-Byrd como regalo de Churchill durante una cena organizada en honor del ex primer ministro en la misión diplomática británica en Marruecos.
Sin embargo, el diplomático logró quedarse con el recuerdo colocándolo en un tapón de vidrio, mientras los familiares del excónsul general señalaron que Stonhiver-Byrd apreció el regalo hasta su muerte.
La fuente recordó que Churchill era conocido por su inmensa predilección a los tabacos cubanos y, a veces, los regalaba a las personas que lo ayudaban de alguna manera.
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