En la declaración oficial ante el foro organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la delegación de la isla subrayó que la contaminación por plásticos, incluyendo en el medio marino, constituye una problemática heredada por las naciones del Sur, tanto en lo tecnológico como en lo ambiental.
El nivel de ambición y exigencias del nuevo instrumento dependerá de que los países en desarrollo puedan recibir de manera proporcional medios de implementación, con flujos financieros robustos, seguros, adicionales y predecibles, precisó en el contexto del evento que acoge la Unesco esta semana en su sede.
Asimismo, citó la importancia de la financiación de proyectos, la transferencia de tecnologías, la asistencia técnica y la creación de capacidades.
La quinta Asamblea de la ONU para el Medioambiente acordó en marzo del año pasado en Nairobi, Kenya, el mandato de elaborar un tratado que permita a la comunidad internacional lidiar con el acuciante tema de la contaminación por plásticos, la cual impacta a la salud humana, la biodiversidad y al planeta en general.
En el texto, que no pudo presentarse en plenaria por cuestiones de tiempo, Cuba denunció las afectaciones que causa el bloqueo económico, comercial y financiero que le impone Estados Unidos desde hace más de seis décadas en los esfuerzos para proteger a sus ecosistemas de la basura plástica.
Respecto al objetivo de construir un instrumento jurídicamente vinculante y ambicioso, la isla ratificó su compromiso, insistiendo en el carácter gradual de su implementación y en la necesidad de que considere las circunstancias y las capacidades de los países.
Al abundar en su postura, la mayor de las Antillas hizo énfasis en que el tratado debe tener en cuenta las consecuencias sociales y económicas que implicarán las medidas de control sobre los productos plásticos, en especial para aquellos que más contribuyen a la contaminación ambiental, como son algunos de un solo uso.
También llamó a priorizar en los compromisos globales, las obligaciones, metas y otras acciones dirigidas a reducir y eliminar gradualmente la contaminación por plásticos con un enfoque del ciclo de vida de los productos y basado en evidencias científicas y criterios bien establecidos.
Cuba instó además a no establecer un único tipo de medida, por ejemplo la eliminación, para la amplia gama de productos que se intenta clasificar, entre los que existen notables diferencias en cuanto al uso, el manejo de desechos y los impactos ambientales y en la salud.
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