El dúo de su vocalista líder Israel Rojas, y la guitarra y el complemento de Yoel Martínez, con el añadido de los teclados de Ernesto Cisneros, repasaron éxitos de su repertorio y clásicos del rico pentagrama del cancionero de Cuba para las ovaciones en el auditorio Marcelino Camacho de esta capital.
Cierre de una atropellada gira por España, salpicada por intentos de sabotear sus actuaciones e impedir la libre expresión artística del grupo, por parte de elementos de origen cubano que llegaron hasta el asedio en lugares públicos.
“Muy agradecidos con el respaldo de ustedes, de Comisiones Obreras (CCOO) por prestarnos este auditorio para ofrecerles lo mejor de nuestra música. Aquí no hay lugar para el odio ni los ataques personales, sino para el amor y la amistad”, dijo Israel Rojas.
Más de 500 personas se dieron cita en la velada en una céntrica zona de Madrid, donde el arte fue el gran vencedor y el entusiasmo del público no cesó de reconocer con fuertes aplausos y gritos de Viva Cuba a Buena Fe.
Abrieron con un fragmento de la emblemática Guantanamera para luego deslizar su propia melodía y transitar con letras apegadas al amor, el costumbrismo, con Corazonero, La Tempestad, Volar sin ti, No juegues con mi soledad, El hipopótamo, Café, Casanova, Cecilia Valdés y la Bella Durmiente (…).
Y una alegre versión de Lágrimas Negras, el clásico cubano de Miguel Matamoros, con la española Pilar Boyero, que hizo delirar al público.
También, una sentida interpretación al estilo Buena Fe de Yo vengo a ofrecer mi corazón, del argentino Fito Páez, inmortalizada por Mercedes Sosa.
Con la presencia, entre otros, de Enrique Santiago, exsecretario de Estado para la Agenda 2030, parlamentario y líder del Partido Comunista de España, y el embajador de Cuba en España, Marcelino Medina.
Contra viento y marea, Buena Fe actuó en Bilbao, Barcelona, Mataró, Valencia y en Madrid en más de una ocasión, con rotundo éxito.
gas/ft