Hocke es la principal figura del ala más extrema de AfD y aunque solo es líder del partido en ese estado es considerado una de las personas más influyentes dentro de la agrupación, según la prensa nacional.
La acusación menciona el uso de símbolos de una organización nacionalsocialista por parte de Höcke y refiere un hecho ocurrido dos años atrás durante un mitín en Merseburg (centro), cuando utilizó una consigna representativa de las milicias nazis conocidas como Sturmabteilung (SA).
En ocasiones anteriores Höcke generó escándalo con intervenciones que minimizaban los crímenes del nacionalsocialismo.
La AfD en Turingia es considerada por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución como claramente ultraderechista y lo mismo ocurre con las juventudes del partido la Joven Alternativa (JA) a las que Höcke apoya.
El líder del AfD está bajo escrutinio de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución desde 2020 y pidió eliminar del código penal alemán los artículos que tipifican como delitos la incitación al odio racial y la negación del Holocausto.
La acusación sucede en momentos en que el apoyo a esa fuerza política alcanza niveles récord en el país, según una encuesta divulgada días atrás, hecho que causa alarma entre miembros destacados de los partidos tradicionales.
Según el estudio realizado mensualmente por infratest dimap y divulgado por la emisora pública ARD, la intención de voto para esa fuerza política es del 18 por ciento, la misma que para el Partido Socialdemócrata del canciller federal Olaf Scholz.
La agencia de inteligencia interna BfV vigila estrechamente a AfD y sus filiales debido a sus lazos con extremistas y advirtió recientemente sobre las “asombrosas semejanzas entre el presente y las décadas de 1920 y 1930, cuando el ascenso del extremismo y el autoritarismo dio lugar a la dictadura nazi”.
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