Una declaración conjunta del Ejecutivo comunitario y del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, reafirma el compromiso para acabar con esos males, que según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), afecta a 160 millones de infantes, la mitad de los cuales son explotados en trabajos peligrosos
A propósito del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la Comisión Europea y Borrell abogaron por intensificar los esfuerzos para acabar con el trabajo infantil y brindar a los niños una educación de calidad, atención médica y una vida digna “ya que, sin ello, no se puede lograr un futuro sostenible y equitativo”.
Las partes mostraron la determinación de la UE de erradicar el trabajo forzoso, poner fin a la esclavitud moderna y la trata de personas y abolir todas las formas de trabajo infantil para 2025.
La lucha contra ese flagelo requiere un planteamiento global y eficaz para abordar las causas profundas de este fenómeno como la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a la educación o la escasa protección social que se ofrece a los infantes, afirmaron las partes firmantes.
mem/ehl
