Desde el propio tema central de las deliberaciones Retos actuales del desarrollo: Papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, la cita apunta a asuntos de alta prioridad para el concierto de naciones que integran ese bloque.
Con ese convencimiento, el jefe de Estado de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en su condición de presidente pro témpore del mecanismo multilateral, invitó la víspera a los líderes mundiales a enfocarse en cambiar el escenario de marginación socioeconómica y científico-técnica que agobia a muchas naciones, sobre todo en el Sur.
De acuerdo con el dignatario, los diagnósticos sobre el asunto parecen cada vez más claros en cuanto a que el avance científico-técnico, que es clave para alcanzar el desarrollo sostenible, resulta inaccesible para gran parte de la humanidad.
El ejemplo más palmario de ello lo expuso el propio Díaz-Canel en la convocatoria de la Cumbre: la falta de concertación global para erradicar la pandemia de Covid-19.
“Resulta paradójico que la ciencia, la tecnología y la innovación estuvieran en la primera línea de respuesta a la pandemia de la Covid-19, mientras que sus beneficios resultaban inalcanzables para los más necesitados”, denunció.
Fundado en 1964 en el seno del Movimiento de Países No Alineados, el grupo tiene enormes retos y desafíos para el desarrollo de sus naciones, que en su conjunto representan el 80 por ciento de la población mundial y más de dos terceras partes de la membresía de las Naciones Unidas.
De ahí que reforzar la unidad de los países miembros, decidir acciones colectivas y prácticas para enfrentar con más eficacia los retos contemporáneos resultan propósitos del encuentro al máximo nivel que tendrá lugar en La Habana.
Cuba, en su gestión al frente del grupo, deberá sortear el complejo panorama de la crisis internacional, agudizada por la pandemia de Covid-19, los conflictos bélicos y sociopolíticos internacionales, el déficit de materias primas y de bienes de consumo, además del incremento en el precio de los alimentos,.
Aún con esa enumeración de problemáticas referidas por el asesor del titular de la Cancillería cubana, Abelardo Moreno, Cuba se trazó objetivos muy claros para su presidencia pro témpore del Grupo.
El país caribeño “tiene que trabajar para el cumplimiento de la agenda 20-30, de desarrollo sostenible», y atender uno que considera muy importante: «fomentar la solidaridad y la cooperación internacional en apoyo a la recuperación post pandemia de las naciones en desarrollo”, aseguró Moreno.
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