Según la emisora, los cargos introducidos son “engaño, poner en peligro la vida de otros y administrar sustancias nocivas”, en relación con el uso de equipos del gigante tecnológico destinados a pacientes con apnea obstructiva del sueño.
La queja se produjo un año y medio después de la orden de Philips de retirar del mercado a millones de respiradores “Dreamstation” por la sospecha de que uno de sus componentes clasifica como “cancerígeno”.
De los querellados, tres presentaron la denuncia por homicidio involuntario, y demandan conocer si los equipos fueron responsables o contribuyeron de alguna manera en el deceso de sus seres queridos.
Una de las personas involucradas en el proceso revelado por France Inter es Françoise Toulotte, retirada de 65 años, quien busca precisar la causa de la muerte de su esposo.
“Mi marido quería curarse y fue envenenado. Yo tengo necesidad de saber de qué murió”, declaró.
De acuerdo con medios franceses, fue abierta una investigación preliminar, sin que el caso llegue de momento al ámbito judicial, lo cual espera el abogado de varios pacientes Christophe Lèguevaques, citado por la cadena Franceinfo.
La propia fuente publicó que un millón de “Dreamstation” estarían aún en funcionamiento en el mundo, y miles en Francia.
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