En esta tercera edición del evento, realizado previamente en 2012 y 2019, participó por primera vez la nación caribeña, cuna del mejor tabaco del mundo, cuyo aroma, junto al del café de ese país, también imprimieron un sello distintivo a los stands, donde además de la cultura se promocionó el turismo con el tema Cuba Única.
Esta feria de los pueblos, promovida por la Organización Internacional Mundial (WIO), tuvo como escenario el parque que rodea al Lago del Eur, bello escenario de Roma que, del 16 al 18 de junio semejó a la Torre de Babel, mezcla personas de todas las latitudes y razas, muchas vistiendo con orgullo sus trajes típicos.
En este proyecto mágico con un noble fin, concebido como una “vitrina de todos los pueblos del mundo para promover la paz universal y la protección del planeta”, confluyó el apoyo de las autoridades capitalinas, de las misiones diplomáticas, empresas y organizaciones no gubernamentales.
La presencia de Cuba tuvo un especial significado y contó con el patrocinio de la embajada de ese país, cuya consejera de Turismo Madelén González-Pardo afirmó, en declaraciones a Prensa Latina, que su país participó con dos stands, artesanos, músicos, bailarines, cantantes y verdaderos maestros de la cocina y coctelería.
Resultó muy significativo el apoyo de los cubanos residentes en esta nación europea, con representantes de organizaciones como las asociaciones culturales Progetto Latino y Cuba-Italia, la Academia del Folklor, las agencias turísticas Toda Cuba y Milestone, así como la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico (Aicec).
La coordinadora de Progetto Latino, Rebeca Rangel, destacó el éxito de este evento que, según afirmó, permitió promover en suelo italiano la cultura, tradiciones, sazón y el alma de su país, además de traer el sol caribeño a las riberas de un lago romano.
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