Como cada año desde 1991 el concurso creado por la Asociación Internacional de la Danza de Moscú, invita a destacados exponentes del arte de las zapatillas para diversificar los criterios de elección de los galardonados.
“Es un gran honor y un privilegio haber sido seleccionada como parte del jurado del Premio Benois de la Danse, por su reconocimiento a nivel internacional y porque se entrega en Rusia, donde la tradición y el arte del ballet se ha desarrollado por siglos y tienen, por así decir, desde muy cerca las raíces del ballet clásico, el académico y el resto de las artes que todas se implican en el ballet”, detalló la bailarina cubana a Prensa Latina.
Valdés exaltó que la invitación a formar parte de la nómina de evaluadores del certamen, reconocido como el Oscar de la danza, es un momento muy especial en su carrera profesional.
Sentir que Cuba también está representada a través de mí, confirma la importancia de que nuestra escuela de ballet esté insertada en citas de tanto prestigio a nivel global, catalogado como el mayor galardón para un bailarín en su carrera artística, resaltó.
Al ser interrogada sobre la posibilidad que abre su presencia en la capital rusa para seguir ampliando los nexos culturales entre las academias de ballet de La Habana y Moscú, Valdés aseguró que hay mucho por hacer y este es un momento clave para confraternizar y consolidar los vínculos.
“Creo que ahora hay que estrechar más esas relaciones culturales, utilizando escenarios como nuestros festivales internacionales de Ballet de La Habana, pero también en otros marcos de intercambio, ya sea de maestros, proyectos en los cuales podamos reciprocar experiencias entre las dos escuelas, sin perder nuestra identidad y nuestra forma de ser y metodología”, enfatizó.
Al respecto, la primera bailarina antillana también apostó por la posibilidad de compartir la escena en galas internacionales tanto en suelo caribeño como en el gigante euroasiático.
“Estas son algunas de mis propuestas para la Primera bailarina del Ballet Bolshoi, Svetlana Zajárova, directora artística del Prix Benois de la Danse, así como a la directiva de la compañía del Bolshoi, para poder realizar todos estos proyectos futuros”, sentenció.
La directora general del BNC argumentó que la participación en el Benois 2023 es también un regalo a su compañía en el año del 75 aniversario de fundación.
“Este año el Ballet Nacional de Cuba está cumpliendo 75 años. Su aniversario de aquella primera función como compañía ya profesional en 1948, llega hasta la actualidad con un prestigioso recorrido histórico desde sus fundadores Alicia, Fernando y Alberto Alonso”, refirió.
Valdés comentó que como colofón de las celebraciones están preparando una temporada de presentaciones para el mes de octubre con invitados especiales, exbailarines de BNC que han triunfado en compañías internacionales, “pero no dejan de seguir perteneciendo y rememorando al Ballet Nacional y se sienten aún parte valiosa de Cuba”.
En otro momento de la conversación la bailarina caribeña exaltó los vínculos de la Prima Ballerina Assoluta cubana Alicia Alonso con el Prix Benois de la Danse, al ser ella quien inauguró la categoría del premio “Por la obra de toda una vida” en el año 2000.
Igualmente, rememoró que a inicio de 2023 se cumplieron los 65 años de la primera presentación de Alicia en el Teatro Bolshoi, así como la influencia de maestros rusos en la formación de la madre del ballet cubano, la cual llevó estas lecciones posteriormente junto a Fernando Alonso a lo que es hoy la expresividad y musicalidad del bailarín antillano.
Valdés recordó también sus vínculos y presentaciones con destacados bailarines de la nación euroasiática como es el caso del maestro de la danza rusa, y además laureado con el Benois de la Danse, Leonid Sarafanov, con quien el 17 de marzo de 2009, bailó en el IX Festival Internacional de Ballet de San Petersburgo, la obra completa Don Quijote, en el Teatro Mariinsky.
El 25 de septiembre de 2016, actuó de invitada en el Festival Internacional del Ballet Clásico del Kremlin, en Moscú, donde interpretó el rol protagónico de Kitri y el primer bailarín del BNC Dani Hernández el de Basilio en la versión rusa de Don Quijote, creado en este mismo país en el siglo XIX por el gran coreógrafo Marius Petipá.
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