En el contexto de la Semana de América Latina y el Caribe en la Unesco, la embajadora Yahima Esquivel y la directiva de la Fundación Malongo Delphine Brudoux compartieron detalles del proyecto ejecutado por la Oficina del Conservador de Santiago de Cuba con el apoyo además de la Unión Europea.
La diplomática cubana explicó a sus colegas e invitados que las primeras plantaciones de café en la zona suroriental de la mayor de las Antillas representan un paisaje cultural ilustrativo de la producción cafetera colonial del siglo XIX y los comienzos del XX.
Se trata no solo de la preservación de los vestigios arquitectónicos y arqueológicos de 171 antiguas plantaciones de café a los pies de la Sierra Maestra, también de la infraestructura de irrigación, la gestión del agua y la red de transporte en esa ruta montañosa, explicó.
Desde el 2000, este paisaje forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco, lo cual añade el elemento de la promoción del turismo responsable a la iniciativa impulsada en la última década.
Al respecto, Esquivel consideró Los caminos del café una acción multidisciplinaria turística, cultural y agrícola, centrada igualmente en la plena integración de las comunidades rurales desde la visión del desarrollo sostenible.
Por su parte Brudoux abordó los lazos históricos derivados de la presencia francesa en el oriente cubano, a través de colonos vinculados a la producción cafetera, quienes emigraron hacia la región tras la Revolución Haitiana (1791-1804).
La restauración de la hacienda Fraternidad, uno de los 171 asentamientos incluidos en el Paisaje Arqueológico de las Primeras Plantaciones de Café al Sudeste de Cuba, destaca en el proyecto, señaló.
Después de la inauguración por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, de la Semana de América Latina y el Caribe, Malongo y la Misión Permanente de Cuba ofrecieron una degustación de café del oriente de la isla.
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