En una reunión del grupo gubernamental para la prevención y control de la pandemia, el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, insistió en la necesidad de identificar con prontitud a los pacientes con Covid-19 vulnerables, pues su ingreso a tiempo es un factor decisivo entre la vida y la muerte.
Otro constante llamado de la máxima dirección del país a la población es a cumplir las medidas sanitarias y el distanciamiento social para evitar el contagio, y a respetar las disposiciones restrictivas impuestas en los territorios más golpeados por la enfermedad.
Recientemente, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) cubano actualizó el protocolo de manejo clínico de la Covid-19, el cual incluye la nueva categoría de alto riesgo, aplicada a sospechosos y a diagnosticados con la enfermedad con síntomas de inflamación.
Según informó la directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Minsap, Ileana Morales, la vigilancia temprana a los así identificados garantiza que puedan recuperarse y no pasar a terapia intensiva.
Dichos pacientes, a causa de sus comorbilidades y posible mayor transición a gravedad, constituyen un conjunto decisivo para desacoplar la incidencia de la mortalidad por el padecimiento en Cuba, y para su atención reciben fármacos como interferones, Jusvinza e Itolizumab.
También como parte de las medidas el país refuerza capacidades hospitalarias y busca un balance positivo entre nuevos ingresos y recuperados de la Covid-19, tema seguido con atención por el Gobierno para evitar el colapso de los hospitales debido a la pandemia.
Desde el 6 de febrero la isla retomó el aislamiento institucional de los viajeros provenientes del exterior, para lo cual se acondicionaron espacios en todas las provincias.
Cuba vive su tercer rebrote de diagnosticados con el padecimiento, con cuatro mil 800 pacientes con el virus activo y un acumulado superior a 38 mil desde la detección de los primeros casos en el territorio, en marzo de 2020.
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