Un comunicado publicado en la página del Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia que el ataque incluyó la demolición de viviendas, la destrucción de infraestructuras públicas y el desplazamiento de miles de personas de sus hogares.
El Gobierno expresó sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas e instó a respetar el derecho internacional, los derechos humanos y deponer cualquier acción de fuerza unilateral a fin de evitar un escalamiento de la espiral de violencia que afecte aún más a la población civil.
Asimismo, consideró indispensable reimpulsar el proceso de negociaciones, conducentes a un acuerdo de paz en el marco de la solución de los dos Estados dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas, en conformidad a las resoluciones adoptadas por las Naciones Unidas.
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