La temperatura del aire continúa incrementándose, de manera consistente con las estimaciones hechas en modelaciones anteriores realizadas en la mayor de las Antillas, explicó el investigador del Instituto de Meteorología de Cuba Eduardo Planos.
El mayor calentamiento se producirá fundamentalmente en el período más cálido del año, señal que será más clara a medida que avance el tiempo, precisó el experto en el céntrico hotel Habana Libre en esta capital, una de las sedes de la cita que comenzó el lunes y culminará mañana.
Lamentó que los acuerdos adoptados a nivel mundial no sean satisfactorios en su cumplimiento, en tanto, la temperatura global alcanzada (1,5 grados centígrados) llegó a un punto sin retorno.
El cambio climático trae consecuencias para Cuba en aspectos como el llamado sistema básico, como clima, agua, déficit de humedad e incremento del nivel del mar.
Explicó que la adaptación al cambio climático es un proceso natural, y no consciente, y este fenómeno incide en la salud humana y la agricultura.
La adaptación al cambio climático es un proceso de visión estratégica al futuro, que debe iniciarse desde el presente y fundamentarse en modelar cómo funcionarían los ecosistemas naturales y humanos bajo la influencia un nuevo estado climático.
Entender mejor el fenómeno no es una acción exclusiva de los científicos; significa que todos los actores de la sociedad deben comprender de qué se trata y cómo se debe responder.
“Lo primero que hay que entender son las interioridades de este fenómeno para luego comprender el proceso de adaptación”, enfatizó el especialista.
Todas nuestras investigaciones confirman que el clima en Cuba cambió en especial, en las temperaturas y precipitaciones.
Planos llamó la atención sobre las barreras que impiden luchar contra el fenómeno antes mencionado, debido a una visión limitada en los decisores a la hora de la toma de medidas. Asimismo pidió una mayor integración de las Ciencias Sociales con otras disciplinas.
Contamos con muchas estrategias -dijo Planos- pero en la práctica no se materializan con la mayor eficiencia, de ahí que el lenguaje deba ser claro cuando se hable sobre este tema con los decisores.
Es coherente hablar sobre los desastres, pero es vital tener en cuenta la necesidad de dar seguimiento a todo lo que guarde relación con el cambio climático, recomendó el investigador antillano.
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