En otra intensa jornada de trabajo en la capital belga, que acogió durante dos días el foro de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el mandatario también dialogó con el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Asimismo, se reunió con el canciller alemán, Olaf Scholz, con quien compartió el interés en fortalecer y ampliar los vínculos económicos, comerciales y de cooperación bilaterales.
Antes, Díaz-Canel intervino en la plenaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Cumbre, con un llamado a construir mejores nexos a ambos lados del Atlántico en beneficio de los pueblos.
Varios momentos emotivos vivió el dignatario en esta capital, en particular su encuentro el viernes con la solidaridad y los cubanos residentes y su asistencia ayer a un festival político-cultural de la Cumbre de los Pueblos, celebrada en paralelo a la Cumbre UE-Celac.
En la velada de los movimientos sociales y las fuerzas progresistas europeas, latinoamericanas y caribeñas, el presidente defendió el derecho de la isla a avanzar por su propio camino, sin injerencia foránea.
De igual manera, agradeció la solidaridad con Cuba y manifestó la urgencia de apostar por un nuevo orden internacional en el que dominen esa postura y la cooperación.
La solidaridad no puede bloquearse como se bloquean los alimentos, las medicinas y los equipos, es un arma indestructible de lucha y un mensaje de paz, expuso.
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