De acuerdo con la revista PLOS ONE, los biomarcadores inflamatorios elevados también se asociaron a un peor rendimiento en determinadas medidas cognitivas, incluidas tareas relacionadas con la memoria prospectiva, la inteligencia fluida y el tiempo de reacción.
Estas asociaciones eran pequeñas, pero estadísticamente significativas, lo que sugiere que la inflamación sistémica puede contribuir a la demencia, aseguraron los científicos.
Tal descubrimiento puede ser una herramienta útil adicional para identificar a las personas que pueden tener un mayor riesgo de desarrollar dicha afección.
Este nexo no significa causalidad, por lo que es necesario seguir investigando para comprender y evaluar el posible mecanismo.
Otros expertos sugieren que la inflamación -activación del sistema inmunitario innato del organismo- puede contribuir a la aparición de la demencia.
Un biomarcador es un evento que se produce en un sistema biológico y se interpreta como indicador del estado de salud, de la esperanza de vida o del riesgo de enfermedad.
Millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia.
Los casos de demencia a nivel mundial podrían alcanzar para 2050 los 153 millones, según datos de organizaciones sanitarias internacionales.
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