Es un gran problema este alineamiento, incluso lo hace contra sus propios intereses, en una postura de subordinado y no de líder, lo que resulta incomprensible y absurdo, subrayó en declaraciones a Prensa Latina.
De acuerdo con Lamrani, semejante comportamiento coloca a la UE, que es una potencia económica, como “una enana política sin una política exterior independiente, lo que tiene un gran impacto en la credibilidad y la autoridad de Bruselas”.
El bloque de 27 Estados miembros viene de celebrar en la capital belga su III Cumbre con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), foro que llevaba ocho años sin realizarse.
La oposición al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y su alcance extraterritorial fue un punto de la declaración final del encuentro.
Sin embargo, la UE cede ante las presiones y las sanciones de Washington a sus empresas, bancos y ciudadanos, que no reciben la protección necesaria y posible frente a la hostilidad estadounidense. La UE no puede pretender tener una relación de cooperación con la Celac y colaborar con las medidas de sanciones unilaterales contrarias al Derecho Internacional Público, advirtió el profesor universitario, un estudioso de las relaciones Washington-La Habana.
Antes de la realización de la III Cumbre, Lamrani había señalado la importancia de unos vínculos entre iguales a ambos lados del Atlántico, basados en principios fundamentales como la igualdad soberana, la reciprocidad y la no injerencia en los asuntos internos. Hay grandes posibilidades de cooperación de mutuo interés para ambos continentes y ello debería ser la prioridad, dijo.
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