Desde el territorio francés de ultramar de Nueva Caledonia, donde realiza una visita, el mandatario ofreció una larga entrevista a canales galos en la que reconoció la actuación de policías y gendarme a raíz de los días de revueltas que siguieron a la muerte del adolescente Nahel a finales de junio por un agente durante un control vehicular en Nanterre.
Entiendo la emoción en la Policía después de enfrentarse a una violencia extrema, pero hay que respetar el Estado de Derecho y las leyes de la República, insistió.
Macron fue interrogado sobre las declaraciones del jefe de la Dirección General de la Policía, Frédéric Veaux, quien manifestó al diario Le Parisien ayer que ante un eventual proceso, un policía no tiene cabida en la prisión, aun cuando haya podido cometer faltas o errores graves en el contexto de su trabajo.
Ese comentario desató duras críticas de políticos de izquierda, como el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, con la exigencia al Gobierno de recordar que nadie está por encima de la justicia.
Al menos cuatro uniformados están bajo pesquisa en la sureña ciudad de Marsella por violencia voluntaria contra una persona en el contexto de los disturbios tras la muerte de Nahel, uno de los agentes ya detenido.
Macron advirtió que la decisión fue tomada por un magistrado y subrayó la importancia del respeto a la ley por todos, incluyendo por quienes tienen la misión de velar por el orden republicano.
El jefe de Estado buscó el equilibrio en el tema, al agradecer a los policías y gendarmes por su accionar frente a los disturbios de finales de junio y principios de julio, en los que –dijo- 900 de ellos sufrieron algún tipo de lesión.
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