De acuerdo con la profesora del Departamento de Geografía de ese centro de estudios, María Christina Fragkou, en la comuna de Petorca, de la región central de Valparaíso, la gente no tiene agua para tomar y debe recurrir a los camiones aljibes.
Mientras, en la ciudad de Copiapó, localidad ubicada en el llamado norte chico, las fuentes se agotaron y fue necesario construir una planta desalinizadora.
Según Fragkou, hay una clara preferencia de asegurar el abastecimiento en sectores productivos, como la minería, antes que el consumo humano.
Para la doctora en hidrogeología y profesora de la Universidad de Chile, Linda Daniele, las situaciones extremas en medio del cambio climático podrían ser más frecuentes y todos los países deberán asegurar el abastecimiento a la población y las necesidades agrícolas y productivas.
La también directora académica del Centro Avanzado Para Tecnologías del Agua asegura que los embalses son una de las diferentes opciones para gestionar los recursos hídricos, pero no se puede depender solo de estos en los escenarios actuales y futuros.
“No es suficiente tener un plan b, necesitamos varios planes que interactúen y respondan a las varias posibilidades que se puedan configurar”, dijo.
En opinión de la doctora, en este mundo tan cambiante, las soluciones locales pueden ser más eficientes para enfrentar el calentamiento global y preservar el entorno del cual depende una comunidad.
oda/car