La doctora en Ciencias Lidia Caridad Sánchez Gómez, profesora titular de la Escuela Nacional de Salud Pública, enfatizó que, además de las medidas de bioseguridad en el trabajo, el vínculo entre las instituciones sanitarias y la familia deben fortalecerse en esta etapa.
Sánchez Gómez recordó en conferencia de prensa televisada que en la mayoría de los hogares cubanos hay un trabajador del sector y, tras largas estadías en las zonas rojas, es importante mantener la comunicación con sus seres queridos.
‘Los sistemas de comunicación y de brindar afecto se han modificado, porque debido al temor al contagio evitamos los abrazos y buscamos otras formas, sobre todo durante el periodo en que ese trabajador está en las zonas rojas y es importante mantener el contacto con la familia’, comentó.
La también miembro del Grupo Nacional de Psicología precisó que entre las afectaciones por desgaste en los trabajadores del sector se encuentran el miedo a enfermar a familiares y compañeros, sobrecarga emocional, depresión, estrés, irritabilidad e insomnio.
Destacó la resiliencia o capacidad de sobreponerse a las adversidades, así como la comunicación como vía fundamental para que cada quien conozca sus responsabilidades en el enfrentamiento a esta pandemia sin precedentes y asumir los retos asociados.
Instó a los directivos a fomentar ambientes de trabajo adecuados, garantizar los recursos necesarios, así como el reconocimiento social para elevar la moral y reforzar el compromiso.
Para una protección psicológica, recomendó desde el autocuidado de alimentarse bien, ejercicios, descansar las horas necesarias, hasta evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Antes de concluir, la especialista convocó a un comportamiento ciudadano responsables para evitar los contagios y la sobrecarga del sistema de salud.
mem/nmr