Durante la actividad de cierre por la celebración del mes dedicado al líder africano merecedor del Premio Nobel de la Paz (1993), así como del Día Internacional de Mandela (18 de julio), los oradores ratificaron que el mejor homenaje será contribuir a la lucha por un mundo más justo e inclusivo.
Efectuado en el hogar de niños sin amparo familiar número 15 de La Habana, el encuentro permitió a los participantes concluir las labores de pintura en la edificación, reparación promovida por la Embajada de Sudáfrica en la isla, en colaboración con la Federación de Mujeres Cubanas y la empresa de pinturas Vitral.
La institución educacional, que acoge a 10 niños y adolescentes de varios municipios de la capital, bajo el cuidado de 13 trabajadores y cuatro enfermeras, es expresión de la voluntad política del país de no dejar desamparada a la infancia y en particular a sectores en mayor vulnerabilidad.
A ello se refirió la directora nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación, Beatriz Roque, quien agradeció al gobierno de Sudáfrica el gesto de embellecer el inmueble y destacó las relaciones bilaterales, forjadas en la lucha contra el apartheid, bajo la guía del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro y de Nelson Mandela.
El lugar simboliza el compromiso que existe en Cuba con los ideales de ese gran hombre, subrayó la jefa de Oficina del Fondo de Población, Marisela Alfonso, quien habló en representación del Sistema de Naciones Unidas en la isla.
Debemos honrar a Mandela a través de la acción para combatir el racismo, la discriminación y el odio, así como para extinguir el colonialismo y promover los derechos humanos y la justicia social, significó, y añadió que su perseverancia y visión humanista tienen mucho que decirnos en los tiempos actuales.
La embajadora sudafricana en Cuba, Yvonne Nkwenkwezi Phosa, señaló que precisamos desarrollar la actitud y el espíritu vencedor y conquistador de Mandela, que en cada decepción y desafío hallaba una oportunidad.
Era capaz de derribar barreras, convertir a los enemigos en amigos y hacer que todos se sintieran reconocidos, dignos y queridos, y por eso tenemos el deber de impulsar su legado, acotó. rgh/kmg