Estarán mejor ubicados para observarla los que estén en la costa oeste de América del Norte y el Océano Pacífico oriental, y tendrán el beneficio de una delgada media luna saliendo poco antes de que comience el crepúsculo.
Por tal motivo la luz de la Luna no interferirá, también contarán con ventaja los que estén situados en una zona de cielo oscuro lejos de las luces de las ciudades.
Recuerda la RAS que los meteoritos son el resultado de pequeñas partículas que ingresan a la atmósfera de la Tierra a alta velocidad.
Los pedazos de escombros se calientan debido a la fricción con el aire y, por lo general, se destruyen en menos de un segundo a altitudes superiores a los 80 kilómetros.
El aire sobrecalentado alrededor del meteorito brilla brevemente y es visible desde el suelo como un rayo de luz conocido como estrella fugaz.
De acuerdo con la revista National Geographic, el fenómeno también es conocido como Lágrimas de San Lorenzo, suele apreciarse a partir del 17 de julio en el hemisferio Norte, justo cuando la Tierra pasa a través de una nube de polvo desprendida por el cometa Swift-Tuttle en su acercamiento hacia al Sol.
La mayoría de los desprendimientos del Swift-Tuttle son pequeños fragmentos similares a un grano de arena.
Las Perseidas es la lluvia de estrellas más abundante, pues se estima que en una hora pueden llegar a observarse entre 50 y 100.
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