Al recordar la figura de Fidel, a pocos días de que se cumpla su onomástico 97 el venidero 13 de agosto, Fundora relató que fue elegido director de la Institución a petición del actual presidente Miguel Díaz-Canel, que en ese momento se desempeñaba como Primer Secretario del Partido en Villa Clara.
“Este centro se remodeló donde antiguamente existía la Escuela de Formadores de Círculos Infantiles y requirió una entrega y dedicación total. Acercándose la fecha de inauguración se nos planteó que en el acto iba a participar el Comandante en Jefe Fidel Castro, que ya había inaugurado la Escuela de Trabajadores Sociales en La Habana”, relató.
Recordó Fundora que era el 16 de octubre del 2001, aproximadamente las cinco de la tarde, cuando llegó Fidel con un grupo de compañeros a la escuela para dejarla inaugurada oficialmente.
Lo recibimos en la escalera de la entrada junto a Miguel Díaz-Canel y Wilfredo Pérez, máximos dirigentes del Partido Comunista y la Unión de Jóvenes Comunistas, respectivamente. Durante el encuentro, se reunió con todos los factores de los organismos políticos y de masas de nuestro territorio y con parte de la dirección del centro.
Hablamos de la importancia de la escuela. Él nos preguntó qué si estábamos preparados para enfrentar el curso emergente y qué criterio teníamos sobre eso. Le dijimos que teníamos todas las condiciones creadas en cuanto a aulas, laboratorios de computación, albergues y otras dependencias internas, rememoró.
Fundora, actualmente del equipo de dirección de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, resaltó que tras tomar algunas decisiones y precisiones Fidel Castro se dirigió a hablarle al pueblo y a los recien matriculados estudiantes de ese centro.
Dio algunas ideas transformadoras y planteó el curso de un año para los trabajadores sociales. Aquello constituyó un compromiso inmenso, pues había que ajustar los planes de estudio y a partir de ahí empezar la formación, destacó.
Al finalizar el 2003 se tomó la decisión por el propio Fidel Castro de dar la misma preparación a alumnos de Venezuela luego de un acuerdo con el entonces presidente Hugo Chávez. Esa nueva tarea resultó muy estimulante y solidaria, puntualizó.
Fundora ha sorteado bien los años. En diálogo con Prensa Latina, recuerda también otra anécdota ocurrida en el 2004 en el Palacio de Convenciones de La Habana con el Comandante en Jefe.
“Fue un encuentro extraordinario donde me entregaron el Premio Especial de Educación. Cuando me nombraron, los presentes comenzaron a aplaudir y Fidel me preguntó a que se debía la bulla del colectivo. Le respondí que tenían mucha afinidad conmigo”, concluyó.
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