El crimen desencadenó protestas contra la violencia machista en el territorio que en 2008 se separó de Serbia, acción no reconocida por Belgrado ni por buen parte de la comunidad internacional.
La joven víctima fue objeto de grave violencia psíquica y física que se prolongó durante dos días hasta su muerte, el 22 de agosto de 2021, según la sentencia, pero los dos condenados fueron absueltos del delito de violación por falta de pruebas.
El feminicidio en Ferizaj (sureste) desencadenó protestas en Kosovo por parte de organizaciones femeninas y de protección de los derechos humanos para exigir medidas contra la violencia machista en la sociedad patriarcal.
Una encuesta de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa de 2019 mostró que 64 por ciento de las féminas en Kosovo considera que la violencia contra la mujer es algo habitual.
Más de la mitad admitió su exposición a alguna forma de agresión a manos de su pareja, y la mayoría declinó denunciar el hecho.
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