El hotel Crucero Aurora, una escuela provincial y varias casas de hospedaje incrementarán las capacidades para alojar a personas que requieran el ingreso para la vigilancia epidemiológica, lo cual resulta vital para frenar la propagación de la pandemia.
En el territorio santiaguero se aplican desde el 28 de mayo último 22 restricciones que tienden a reducir la movilidad humana y a acercar a los barrios servicios gastronómicos y comerciales indispensables, a la par que se limitan en calles y avenidas muy populosas.
Las cifras del más reciente reporte del Ministerio de Salud Pública volvieron a situar a esta provincia como una de las de mayor transmisibilidad en el país, con 183 enfermos en una espiral que por momentos ha rozado los 200 y tiene en los tres fallecidos del martes último la peor noticia.
Igualmente, la dispersión marca el comportamiento de la enfermedad y nuevamente los nueve municipios registraron contagios, incluidos algunos montañosos que se habían mantenido con una baja tasa de incidencia.
Los principales dirigentes del Grupo Temporal de Trabajo para el enfrentamiento a la Covid-19, Lázaro Expósito, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, y Beatriz Johnson, la gobernadora, recorrieron áreas de salud de esta urbe con mayor complejidad epidemiológica.
Como una emergencia sanitaria calificó Johnson la situación que atraviesa esta demarcación, donde se precisa un comportamiento ciudadano muy responsable y la actuación eficiente del sistema de salud, con la detección oportuna y la hospitalización a tiempo de los enfermos.
A la par de este panorama complicado, avanza la intervención sanitaria con el candidato vacunal Abdala, una luz esperanzadora que se debe acompañar con mayores cuidados personales y familiares.
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