“Estados Unidos no solo lanzó las bombas contra aquellas ciudades civiles”; además realizó “guerras imperiales como las promovidas en Vietnam, Iraq, Afganistán, Pakistán y otros países ubicados a miles de kilómetros de distancia en las que han muerto millones de personas”.
“Es el mayor productor y poseedor de armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, las químicas y las biológicas”, dijo el Comandante en Jefe Fidel Castro sobre sucesivos gobiernos estadounidense.
Por su parte el secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Roberto Morales refirió en la propia red social que las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki por el gobierno de los Estados Unidos el 6 y 9 de agosto de 1945, sus consecuencias y los cientos de miles de víctimas inocentes son un llamado a la paz internacional y el desarme atómico.
En el epílogo de la II Guerra Mundial, el verano de 1945, el entonces presidente de turno en la Casa Blanca, Harry Truman, tiró de la palanca: ordenó lanzar las bombas el 6 de agosto de agosto en Hiroshima y tres días después, el 9 de agosto, en Nagasaki.
Los efectos devastadores no solo fueron en lo inmediato, sino que se lamentan todavía 78 años después.
Las estadísticas más conservadoras indicaron que para diciembre de 1945 unas 110 mil personas habían fallecido en Hiroshima y Nagasaki a causa de la explosión y la radiación, pero otros calculan que fueron alrededor de 210 mil.
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