Para el otoño de 2021 casi un tercio de los entrevistados afirmaba tener menos o poca confianza en la democracia alemana, pero ahora ese número se elevó a más de la mitad (54 por ciento), de acuerdo con el sondeo.
Pero la pérdida de confianza de los ciudadanos en los partidos políticos es aun más dramática y se expresa en la disminución de 20 por ciento en relación con el valor alcanzado por ese indicador tres años atrás, 29 por ciento.
La muestra incluyó a mil 113 personas que, en su mayoría, abogaron por la vida en libertad, la igualdad ante la ley, el derecho a la libertad de expresión y elecciones libres y secretas.
Al mismo tiempo, el 71 por ciento consideró que los dirigentes y los medios de prensa viven en su propio mundo, lejos del resto de la población, y casi la mitad consideró que el país es poco o nada justo.
El director del departamento de democracia, compromiso y cohesión de la Fundación Körber, Sven Tetzlaff, consideró que los resultados indican que la confianza de los nacionales en la democracia y sus instituciones se encuentra en una pendiente resbaladiza.
Se trata de una evolución preocupante, junto con las preocupaciones económicas de los ciudadanos, dijo Tetzlaff en declaraciones divulgadas por la prensa nacional.
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