Asimismo el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla destacó en esa red social que un día como hoy de 1870, fue fusilado el mayor general del Ejército Libertador Perucho Figueredo.
“Frente al pelotón de fusilamiento gritó: “¡Morir por la Patria es Vivir!”, frase final del Himno Nacional de Cuba, cuya música había sido creada por él en agosto de 1867”, agregó la cancillería de la nación caribeña.
El militar y patriota relevante de las gestas por la independencia cubana, ya enfermo y con úlceras en sus pies, cayó en manos de tropas colonialistas españolas y fue fusilado en Santiago de Cuba.
En esa ciudad, una representación del pueblo y autoridades locales, además de otros cuadros políticos y de masas estuvieron en el lugar donde fue fusilado el autor de La Bayamesa por los españoles.
Figueredo nació en la ciudad de Bayamo (oriente de Cuba) el 29 de julio de 1819, estudió la carrera de abogacía y también cultivó la literatura y la música. Con este último talento, reconocido entre sus compatriotas, compuso la marcha “La Bayamesa”.
La creación –instrumentalizada por el maestro Manuel Muñoz Cedeño- ganó popularidad entre los bayameses y supo resistir el intento de censura por parte del gobernador español Julián Udaeta, quien la escuchó en el cierre de un acto religioso local.
Figueredo, que fuera un hacendado se convirtió en un símbolo del patriotismo para los cubanos de todas las épocas y también un líder en los albores de la guerra hispano-cubana iniciada en 1868 y hasta su muerte.
Ante el Consejo de Guerra que lo juzgó exclamó: “Estoy seguro que a esta fecha mi puesto estará ocupado por otra persona de más capacidad, si siento la muerte es tan solo por no poder gozar con mis hermanos la gloriosa obra de la redención que había imaginado y que se encuentra ya en sus comienzos”.
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