Aunque haya una respuesta científica para esa pregunta, lo cierto es que no son precisamente los santiagueros quienes acaparan esos apabullantes grados Celsius en sus tres estaciones meteorológicas, ubicadas en Contramaestre, en la Universidad de Oriente y en la emblemática Gran Piedra.
Una muestra al canto la ofrecen los reportes del Instituto de Meteorología (Insmet) de este viernes, en los cuales esas tres unidades apuntan a indicadores por debajo de 36, cuando la de la ciudad de Manzanillo, en la provincia de Granma, se colocó en 37.1 como temperatura máxima.
En ese territorio oriental las dependencias meteorológicas de Jucarito y Veguitas sorprenden cada cierto tiempo con datos muy elevados, al igual que sucede con otras ubicadas, por ejemplo, en Paso Real de San Diego, de la occidental Pinar del Rio, que en esta jornada alcanzó 36.1.
Basta una incursión breve en los buscadores de Internet para constatar que uno de los más comunes calificativos de la ciudad se asocia a un ambiente que tiende a la ebullición, lo cual también se vincula a la idiosincrasia local, de personas cálidas y extrovertidas.
De un extremo al otro de la geografía cubana, al igual que en otras diversas latitudes del planeta, los calores extremos están haciendo más difícil la vida y convierten la temporada veraniega en una búsqueda apremiante de playas, piscinas o cualquier otra variante para escapar del sol reverberante.
Así se aprecia en el litoral santiaguero y en el llamado malecón de la bahía o paseo marítimo, una opción cercana y a la mano que tiene como inconveniente la dudosa calidad de las aguas.
Un verdadero oasis en ese panorama resulta la cordillera de la Gran Piedra, a una altura superior a los mil 200 metros sobre el nivel del mar, donde las temperaturas tienden a refrescar y cuya estación rozó en esta jornada los 29 grados.
Sería muy difícil ubicar en el tiempo de 508 años el origen de la calificación de la urbe como la tierra de mayor calor en el archipiélago, pero las estadísticas diarias del Insmet favorecen que se vincule en buena medida con el lugar común y el estereotipo.
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